jueves, 10 de noviembre de 2011

CARTAS DE CINE

Hoy vamos a hacer una pequeña recopilación de cartas y notas de películas. Esas que suelen leernos los protagonistas con voz en off, y que la mayoría de las veces son románticas o emotivas. Otras veces son testamentos, e incluso las hay sobre reflexiones que se cuentan (y nos cuentan) a ellos mismos, para ayudarnos a entender mejor sus personajes.
Os dejamos algunas de nuestras favoritas, dejando a un lado evidencias del tipo "Querido John" o "Posdata: Te quiero" para ser un poco originales...


(Sin orden de importancia)


1) "Las normas de la casa de la sidra" de Lasse Hastrom


Nos ponemos en situación: Hommer Wells (Maguire) y el doctor Larch (Caine), mantuvieron una confrontada correspondencia cuando él decidió dejar el orfanato para irse a "recoger manzanas" (lo que en realidad quiere decir vivir un poco, enamorarse y aligerar sus responsabilidades). Mientras, el doctor intenta convencerle para que vuelva, asuma su papel y lo sustituya, quedándose a cargo del orfanato.


La frase: "¿Que lo lamentas?Yo no, no lamento nada de lo que he hecho, ni siquiera lamento quererte"
(El doctor Larch a Hommer)


Premio a la más: paterno-filial. Larch y su huérfano favorito son todo un ejemplo de la relación entre un padre y un hijo, especialmente porque en realidad no lo son.


2) "Leyendas de pasión" de Edward Zwick


Situación: Susanna (Ormond) escribe a Tristan (Pitt), que escapó de ella y de todos, incapaz de superar la muerte de su hermano Samuel. Ella le escribe una carta sin destino, no sabe dónde se encuentra ni si volverá...

La frase: "No sé dónde enviar ésta carta. Así que la guardo para mí, junto a todas las cosas entre tú y yo que no hemos dicho, ni hecho". (Susanna a Tristan)


Premio a la más: Romántica. A pesar de que es trágica y de que habla de un amor perdido, nos conmueve cada vez que la oímos.


3) El indomable Will Hunting de Gus Van Sant


Situación: Sin ánimo de jorobar el final a nadie, nos salimos de la carta propiamente dicha para irnos a la nota. La que le deja Will (Damon) a su amigo Sean (Williams), antes de emprender un viaje (y dejémoslo ahí).


La frase: "Lo siento, tenía que ver a una chica" (Will a Sean)


Premio a la más: Concisa, pero también robada. Los que la hemos vistos sabemos porqué.


4) Algunos hombres buenos de Rob Reiner


Situación: El soldado Santiago suplica repetidamente un traslado que nunca llegará, y que acabará con su vida. Su cartas serán una prueba en el juicio de los dos soldados que le aplicaron un código rojo.


La frase: "Carta del soldado Santiago. Señor, suplico un traslado a otra base..."

Premio a la más: Implorante. Los repetidos ruegos del soldado Santiago para que lo destinen a otra base nos hacen un nudo en la garganta.

5)Los puentes de Madison de Clint Eatswood

Situación: Los hijos de Francesca (Streep) leen su última voluntad en forma de carta, tras conocer el romance de su madre con Robert (Eatswood). Quiere que arrojen sus cenizas al río, tal y como acordó con él.

La frase: "¿Recuerdas aquél vestido mío que querías, Carolyn?...Es una tontería, pero para mí era como si me pidieras mi vestido de novia para salir. Espero que después de leer ésto entendáis mi petición de ser incinerada. No son los desvaríos de una anciana chiflada, entregué mi vida a mi familia. Quiero entregar a Robert lo que queda de mí."(Francesca)

Premio a la más: Conmovedora. El que tan sólo unos días juntos los hiciera mantener su amor más allá de la vida es digno de admiración, ¡y muy tierno!

6) El príncipe de las mareas de Barbra Streissand

Situación: Ésto entraría dentro de las reflexiones de las que os hablábamos al principio. Es como un carta que Tom Wingo (Nolte) se escribe a sí mismo como conclusión a su odisea personal.




Nos resulta imposible elegir sólo una frase de tan magnífica reflexión, así que nos damos el gustazo de ponéroslo entero (y de memoria):

"Y regresé a mi hogar sureño y a mi vida sureña. Y es en presencia de mi mujer y de mis hijas cuando tomo conciencia de mi vida, de mi destino. Soy profesor, entrenador, y un hombre muy querido. Y eso es más que suficiente.
En Nueva York aprendí que necesitaba querer a mi madre y a mi padre, con toda su defectuosa y escandalosa humanidad. Y que en las familias, no hay delitos que sobrepasen el perdón.
Pero es el misterio de la vida, lo que ahora me intriga. Y miro hacia el norte, y vuelvo a pensar que ojalá repartieran dos vidas a cada hombre, y a cada mujer.
Al final del día atravieso en coche la ciudad de Charleston. Y mientras cruzo el puente que me llega a casa, noto que unas palabras me brotan de dentro. No puedo detenerlas, ni sé por qué las digo. Pero al llegar a lo alto del puente esas palabras llegan a mí en un susurro. Las digo como una oración, como un lamento, como una alabanza. Digo...Lowenstine, Lowenstine..."

Premio a la más: Sabia. La lección que aprende Tom Wingo nos emociona, nos alegramos de que alcance la paz y hasta participamos de ella.

Hasta aquí algunas de nuestras favoritas ¿Cual añadirías?

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